Soy amigo de Fernando Segú desde que teníamos cinco años.
Fue mi primer amigo. Estudiamos juntos en los Escolapios de San Antón. Luego nos separamos; Fernando escogió Letras y yo Ciencias.
Pasaron los años y, en Palomares, a mediados de los años sesenta, cayeron unas bombas atómicas (que, por fortuna, no explotaron). Estaban a bordo de un avión americano que se accidentó.
Se organizó el lógico revuelo en USA y en España. No se encontraban las bombas.
En las famosas fotos del baño del entonces ministro de información y turismo don Manuel Fraga “Aquí no pasa nada”, vi en la prensa, asombrado, que aparecía en segundo plano, un chico joven, rubio, alto y delgado que contrastaba por su encorbatada vestimenta en aquella escena playera.
Ese joven era Fernando Segú, mi amigo, el hombre de confianza del ministro, Fernando era la persona que, luego supe, preparó “la cocina” de aquel baño. Quizás, algún día se decida a publicar aquella historia.
Fernando ha estado hace muy poco almorzando con nosotros en la Peña y nos contó cosas que nunca han sido publicadas. “Off the record”, por supuesto.
Pero no solo nos habló de la bomba de Palomares, sino que, como Fernando Segú ha sido un alto funcionario del estado, con cargos y premios importantísimos y relacionado tanto con Moncloa como con casi todos los ministerios a lo largo de su brillantísima carrera, tiene a la Administración del Estado en su cabeza y ha conocido desde dentro la historia política de la España actual; una delicia para buenos periodistas “cotillas”… y hasta aquí puedo leer.
Desde aquellos tiempos de San Antón han pasado muchos años, pero Fernando Segú seguirá siendo, siempre, mi primer y gran amigo.
Fernando Navarrete.
© Derechos de autor: Peña Periodística Primera Plana
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