Los Premios Naranja y Limón fueron instituidos en 1973 por la Peña de Periodistas Primera Plana, así denominada inicialmente, y que promovida por Hugo Ferrer, corresponsal de revistas y televisión de Buenos Aires, se había constituido en 1971/1972. Esta estaba formada por periodistas interesados en fomentar la amistad y cooperación entre sus miembros con el fin de defender intereses profesionales comunes. 
         En principio, por ser la mayoría de sus componentes informadores del mundo del espectáculo, se acordó premiar a personajes españoles del mundo social (artistas, actores, cantantes, toreros, deportistas... en función de sus relaciones con la prensa; una Naranja al de mejor comportamiento y un Limón al que menos facilidades hubiera dado a lo largo del año a los medios informativos. Este último no era un premio antipático, más bien trataba ser una llamada de atención de la prensa. Muchos Premios Limón han sido luego Naranja al cabo de unos años, y viceversa. 
        Este punto quedó muy claro durante la entrega de los galardones correspondientes a 1983, bajo la presidencia del periodista Javier de Montini, quien en su discurso dejó patente que no se trataba de galardonar a "buenos" y "malos" ni siquiera a "simpáticos" y "antipáticos". "Se equivocan -dijo Montini-quienes establecen la equivalencia Naranja = Simpatía y Limón = Antipatía. No es así. Lejos está en el ánimo de quienes creamos estos premios herir la sensibilidad de persona alguna... La Peña Primera Plana siempre ha cuidado, por encima de la lógica competencia profesional, cultivar la amistad entre sus miembros. Somos compañeros y, sin embargo, amigos. Al otorgar los premios, prima en nosotros ese mismo sentimiento de amistad. Y así, al Naranja venimos a decirle: 'Enhorabuena, celebramos muchísimo su comportamiento con nosotros'. Es el de un sincero amigo. Y al Limón tratamos de alertarle: 'Enhorabuena, le consideramos amigo, pero esperamos más de usted cuando la noticia le convierta en protagonista' ".
        En su primera edición, el Naranja fue para el inolvidable actor José Luis López Vázquez (que después nos acompañó en no pocos almuerzos) y el Limón para Marisol (Pepa Flores), que vivía momentos de rebeldía contra su propio mito de "niña prodigio del cine español" y andaba huidiza de la prensa, pese a que todos la queríamos y queremos.
         No hubo gala de premios ese año. Tampoco trofeos. Marisol y José Luis López Vázquez acudieron al Club Internacional de Prensa a recoger sus galardones y compartieron encantados el menú del día. A los postres, recibieron entre sisas y bromas, una naranja y un limón que Hugo Ferrer se había procurado en la cocina.
         Pero, tras la Naranja del naranjo y el Limón del limonero que entregamos en la primera edición, Hugo Ferrer consiguió un diseño urgente de un artista amigo, que utilizamos hasta conseguir que José Luis Cardona, hombre ligado a la marca de lujo Loewe que se había integrado en la PPPP, crease las hermosas esculturas que los galardonados valoran como verdaderas obras de arte. Y lo son. Por cierto, Loewe (Enrique Loewe) patrocinó algunos años los premios. Cardona permaneció en la peña hasta su muerte (†3 de noviembre de 1992).
         Un año después, a finales de 1974, decidimos no limitarnos a descartar figuras del espectáculo y acordamos galardonar también a personalidades de cualquier sector: Bellas Artes, Ciencia, Política, Finanzas, Empresa, Vida Social... O sea, creamos lo que aún seguimos llamando "Naranja" y "Naranja Especial", "Limón" y "Limón Especial" que, en aquel momento, entregamos al actor Julián Mateos y a Camilo José Cela (Naranjas) y los entonces novios Amparo Muñoz/Máximo Valverde y Miguel Ángel García Lomas, alcalde de Madrid (Limones). 
         Memorable, en aquella ocasión, el discurso de Cela: "Este premio Naranja que me conceden me llena de estupor. No me lo merezco. Yo soy un malaúva que a ratos tengo raptos de buen humor. Hay mujeres que me dicen que soy un solete, pero al dormir tengo un pronto jaranero y tumultuario. Cumpliré sesenta años el año que viene. Tengo vocación de chulo frustrado y ganas de pegar a alguien para que se lo creyese. Pero llevo mala carrera".
         Desde entonces se mantienen estos mismos galardones, ampliados desde 2006 con el premio Mandarina a "una trayectoria profesional", que fue otorgado a Concha Velasco. 
         Más tarde, a la muerte de nuestro compañero Jorge Fiestas (Málaga 1926/Madrid, 1986), crítico de cine, excepcional cinéfilo y uno de los primeros miembros de la Peña, también venimos otorgando el premio que lleva su nombre, dedicado al acontecimiento cinematográfico o a quienes más descollaron en el año anterior en el mundo del celuloide. El primero fue para Imperio Argentina. El trofeo, en un principio, fue una estatuilla obra del actor/escultor Iñaki Miramón, que la cedió a la Peña de modo gratuito y con carácter indefinido. Desde hace tres años, sin embargo, el escultor y miembro de la Peña Mariano Cobo diseñó y esculpió el actual trofeo. 
         Y, aunque en sus comienzos, una de las premisas de la Peña fue no mencionar en estos premios a compañeros de la profesión, con la llegada al mundo del famoseo de algunos compañeros, que adquieren más cuota de pantalla y portadas de revistas por su popularidad que por su profesionalidad, sin cuestionar en ningún momento esta segunda, en 2013 se instituye el premio de Comunicación, al que se añade el nombre Hugo Ferrer, en homenaje al desaparecido fundador e incitador de esta Peña.
         Pero también hay premios excepcionales y extraordinarios, que no se conceden con regularidad, con los que la Peña Periodística Primera Plana pretende celebrar momentos importantes e históricos.
         Las tres únicas Naranjas de Oro que hemos concedido, y que entregamos fuera de nuestra sede en audiencias en el Palacio de la Zarzuela, fueron para S. M. el Rey Don Juan Carlos, en 1995, con motivo del XXV aniversario de la Peña, y previamente a S.M. la Reina Doña Sofía, en 1992, en nuestro vigésimo aniversario. Asimismo, en 2017, S.M. el Rey don Felipe aceptó este galardón.
         En cuanto al Premio Especial Primera Plana, que se concede al personaje/s o institución más relevante del año, ha sido concedido a SS. AA. RR. las Infantas Elena y Cristina de Borbón, en 1983, con motivo de los diez años de creación de la Peña. También a Julián Reyzábal que, durante muchos años, fue el empresario más importante del espectáculo (cines, salas de conciertos y discotecas) en Madrid. En 2008 se concedió este galardón a doña Mercedes Junco Calderón, viuda de Antonio Sánchez Gómez, fundadores de la revista Hola, semanario de éxito en el mundo entero.
         En 2015 lo recibió Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, en pareja, como personajes del año y en 2016 el padre Angel García Rodríguez, creador y presidente de Mensajeros de la Paz. Por último, en 2017, este reconocimiento ha recaído en Inés Arrimadas, diputada del partido Ciudadanos, por su encomiable labor durante el "process catalán".
         Este galardón lleva, desde 2017, añadido el nombre del periodista Agustín Trialasos, otro de los fundadores de la Peña Periodística Primera Plana, tristemente desaparecido el 27 de noviembre de 2016. También se institucionalizó, en 2016, el Premio al Deporte, que lleva el nombre de otro de los socios ya fallecido, Gaspar Rosety, aunque hasta la fecha no ha sido otorgado a ningún deportista. 
        Y como quiera que la realización de las galas que generan estos premios, cada día más ambiciosos, empezaban a resultar muy onerosos para una organización que no contaba con ingresos de ningún tipo, en 2010 decidimos buscar a algún patrocinador que corriera con los gastos. La marca Folli Follie se encargó de ello y, en 2012 decidió aprovechar la fiesta de los Naranja y Limón para hacer entrega de sus Premios a la Excelencia, que se perpetuaron hasta 2016, año en el que deja de patrocinar los Premios. La primera homenajeada fue Genoveva Casanova. En los años sucesivos serían premiados la modelo María Pineda, Manuel Díaz "El Cordobés" y Virginia Troconis, Eva Longoria y la youtuber Aida Domenech "Dulceida".
         En 2012 también colabora como patrocinador puntual la firma de vehículos Jaguar, que otorgaría un premio especial a Ana Rosa Quintana. Y a partir de 2016, será la compañía Mundo Natural quien concediendo los premios Estilo de Vida Mundo Natural a Pedro García Aguado, el primer año,  a Irene Villa en 2017 y a Camen Tomás en 2018. 
         También en 2017 colaboran en el patrocinio las firmas Materializando Ideas y Qway y en 2018 se une Bodegas Sani Viña Extremeña.
         Para el 50 aniversaria de la Peña Periodística Primera Plana contaremos con el patrocinio de Mundo Natural, Materializando Ideas e Inés Rosales.
         En cuanto a las nuevas estatuillas y trofeos, el socio de la Peña y escultor Mariano Cobo es el creador de las mismas. Incluso de los premios institucionalizados en su día, que durante el ejercicio 2017 se decidieron cambiar por los actuales. Su autor ha cedido, de manera gratuita, la propiedad y utilización de las estas con carácter indefinido. ​ 


Algunas anécdotas 

Imposible recoger aquí las múltiples anécdotas que se han ido produciendo en las cenas de entrega de los premios Naranja y Limón. Manolo Román, otro de los peñistas veteranos, recopiló algunas de los diez primeros años: 
         Los repetidos brindis del alcalde Miguel Ángel García Lomas por su Limón, que aceptó con el mejor humor; la respuesta de C.J. Cela cuando le invitamos a los almuerzos: "yo vuelvo a donde me dan de comer gratis"; el maletín de corbatas azulgranas con que se presentó el alcalde de Barcelona Joaquín Viola Sauret, para regalar a los comensales; la generosa presencia de Francisco Umbral para recibir el Naranja, de manos de su maestro y amigo Miguel Delibes, y la recepción en el Palacio de la Moncloa que nos concedió el presidente Adolfo Suárez González (1977), "-primera vez que recibía en audiencia a un grupo de periodistas españoles-, a los que se atrevió a decir que "esto de ser Presidente es muy duro". 
         Imposible, también, olvidar la fotografía a tamaño natural de Pilar Franco "sentada" en la silla a ella reservada, quien excusó su asistencia con un discurso que decía: "Acepto el Naranja encantadísima, pero por nada del mundo me sentaría en la mesa con Santiago Carrillo con peluca o sin ella". 
        Carrillo, que también era Naranja, se encontró muy a gusto con los periodistas, pero terminó arremetiendo contra Carlos Zayas que había sido invitado como novio de Massiel, la del eurovisivo La, la, la. Manolo Román recuerda que Carrillo llegó a decir a Zayas: " Si llego a saber que tú vienes a este sarao, desde luego que yo me hubiera abstenido de asistir". La genial Lola Flores, que le entregó la estatuílla, alegró el trance con su gracia: " Si usted me garantiza que en España tendremos con su política la paz que disfrutamos con Franco, tendrá mi admiración".
        ¡Ah! Pilar Franco, hermana de Francisco Franco y la mujer más amena y dicharachera de la familia, recogió su Naranja en un almuerzo posterior. 
        En 1978, teníamos premiados al vicepresidente teniente general Manuel Gutiérrez Mellado (Naranja) y al ministro de Cultura Pío Cabanillas Gallas (Limón). La cena coincidió con una "crisis del gobierno" por lo que lo ambos vivieron la noche colgados del teléfono. Muy a la gallega, Cabanillas exclamó: "Hoy no es mi día. Me cesan en el cargo y me dan el Limón Especial". Manolo Román cuenta también que Gutiérrez Mellado, fumador, pidió una cajetilla de negro y, cuando se la sirvió el camarero, "metió la mano en el bolsillo y... no tenía una peseta" (le echó un cable el presidente de la Peña). 
         En esa gala recibió también su Naranja la inmortal Rocío Jurado que, muy estrella de siempre en sus apariciones, se hizo esperar incluso por un vicepresidente y un ministro del Gobierno. 
         Cuando Antonio Gades recogió su Limón, le acompañaba su pareja Marisol/Pepa Flores y sus admiradores se preguntaban si habría boda o no. Gades dijo al respecto: "Pepa y yo estamos casados por lo forestal, ya que durante muchos días nos encontrábamos en un parque y...". Años después, se casarían en La Habana. En 1981. Esa entrega de los premios se celebró en el restaurante La Almoraima, por vez primera fuera del Club Internacional de Prensa y con gran fiesta. 
         Delicioso el discurso de Antonio Gala sobre su Limón, que publicó en su columna de El País. Y muy directa la gracia envenenada de Lina Morgan, invitando, casi retando públicamente, a la Ministra de Cultura Soledad Becerril: "Ministra, ven a ver a una cómica al teatro de La Latina, frente al Mercado de La Cebada".
         Carmen Romero recogió su Naranja, no como premio a la simpatía "sino al esfuerzo que todos hacemos para que los periodistas puedan hacer su trabajo", a la vez que el entonces vicepresidente del Gobierno (de Felipe González), Alfonso Guerra, que aceptaba el Limón recalcando que sin méritos y con regañina a la PPPP. Recuerden sus palabras: "Yo no soy la acidez del Gobierno. Yo no soy agrio, soy dulce, soy plácido. Se han equivocado radicalmente. Querían apuntarse al cambio y por eso pensaron en la esposa del presidente del Gobierno y en mí. Como Carmen Romero se merecía la Naranja, yo he tenido que quedarme con el Limón. Mis relaciones con la Prensa son buenas. Yo nunca he rectificado una información ni he descolgado un teléfono para atacar a un periodista. Yo dedico un tiempo muy limitado a la propia imagen, al revés que otros, y pienso que soy un 'mirlo blanco' para la Prensa". 
         En 1983 el Limón Especial recayó en 'Miguel Boyer Salvador, mientras que la "estrella social" Isabel Preysler, marquesa de Griñón consorte en aquellas fechas, recibió el Naranja. En aquella cena, celebrada en el hotel Los Galgos, se hicieron unas fotos de enorme repercusión periodística: por vez primera veíamos juntos a Isabel Preysler y Miguel Boyer, que poco después confirmarían los cada vez más insistentes rumores de idilio. Más adelante contraerían matrimonio. Que estábamos compartiendo con la pareja el "secreto" de su enamoramiento pudimos deducirlo ya muy claramente del discurso de Boyer: "He de dar las gracias -dijo el ministro-. Un premio siempre es un premio y yo, profesionalmente, me ocupo de la Lotería, por eso respeto mucho los premios. Cuando le dan a uno el Limón, es duro, porque se concede a los antipáticos, pero luego hace uno estudios y se encuentra una serie de personas encantadoras a las que le ha sido concedido, en especial a las del sexo distinto, este año Isabel Preysler". (Y volvió su mirada hacia ella con especial admiración).
          Curiosa la elección deAna García Obregón (Limón en 1991 con su pareja Alessandro Lequio) y Norma Duval (Limón en 2000) que acudieron a la fiesta vestidas en amarillo limón para recoger sus respectivos agrios,. Y la carambola del Limón de Camilo José Cela (2000), que su esposa Marina Castaño recogió con emoción porque "hace justamente doce años que a Camilo le entregaban el Premio Nobel en Estocolmo". 
         Por causas, o simplemente con excusas, hay bastantes premiados, sobre todo Limones, que no han recogido en su momento las estatuillas correspondientes, pero solo recuerdo un caso, el de José Federico de Carvajal, en el que se haya "rehusado" la distinción. Esta actitud del entonces presidente del Senado inspiró a Jaime Capmany el logradísimo recuadro "José Federico Limón" (ABC,25/5/88) cuyo párrafo final copio: "Pero, hombre, don José Federico, no le perdono a usted que haya despreciado el limón, oro en tetitas, estrella dorada de los huertos de mi tierra (Murcia), jugo agridulce como el del amor viejo. Todavía, si hubiese sido vinagre lo que le ofrecieran. Pero el limón es néctar de penitencia para golosos, alegría de los manjares, gajo del paraíso, ironía de los huertos de azahar, seno adolescente como el de la amada de Salomón, tesoro frutal de las muchachas núbiles, gozo de la mano, pasión de la lengua... No entiende usted de cítricos, don José Federico". 
          Mar Flores estuvo muy elegante: "Diría, humildemente, que no merezco el Limón. De todos modos, gracias por haber pensado en mí. A partir de este momento, haré un master para ganarme el Naranja".
          Verdaderamente seductores estuvieron Isabel Pantoja y Julián Muñoz la noche en que recogieron el Limón Especial a la pareja, entonces feliz y ahora rota. Aquella fiesta resultó multitudinaria, no solo por el interés que suscitaba la cantante de copla sevillana y eterna viuda del torero Paquirri, sino también por la simpatía arrolladora de otro premiado, el doctor Julio Iglesias Puga, el entrañable "Papuchi", padre de Julio Iglesias. 
         Una joven Marta Sánchez. de veintidós, que había despegado como figura de la canción como voz de Olé Olé, aprovechó su Naranja para desmentir el rumor que corría de que había asegurado su cuerpo en treinta millones de pesetas: "¡Qué bobada! Yo no me he asegurado nada. ¿Es que se corre riesgo grave en los escenarios?".
          Y con honda emoción recordamos las palabras de coraje de Rocío Dúrcal la noche de 2005, en la que recibió su Naranja (por segunda vez), tras haberse sometido la víspera a una sesión de quimioterapia en el tratamiento del cáncer que sufría. Sin quejarse de cansancio y derrochando sonrisas, nos dio una lección de optimismo: "En cuanto se me quite esta tontería que tengo y recupere las fuerzas volveré a cantar... porque la voz la tengo bien". Muy halagador con ella estuvo José Bono porque su Naranja le había proporcionado la ocasión de conocer personalmente a Rocío Dúrcal, "de quien me enamoré cuando la vi en una película siendo yo un chaval". 
         Tampoco podremos olvidar la cordialidad del ministro de Asuntos Exteriores Francisco Fernández Ordóñez, yo diría que ya con la muerte en los talones, que invitó a la PPPP a su casa. Y la simpatía de Esperanza Aguirre, Naranja Especial en 2005, que nos agasajó con un almuerzo en la sede de la Comunidad Autónoma de Madrid en la Puerta del Sol.
         Conviene destacar que en la lista de galardonados figuran dos premios Nobel. Uno de Literatura: Camilo José Cela (Naranja antes del Nobel, Limón después). y el otro de Medicina y Biología: el profesor Severo Ochoa. 
        Y recordar que, para recibir el Naranja Especial de Carmen Cervera, baronesa Thyssen, nos honró con su asistencia a la fiesta el ya fallecido duque de Badajoz, Luis Gómez-Acebo, que tan eficazmente trabajó para que Madrid albergara el museo Thyssen-Bornemisza. Esa edición la otra Naranja recayó en la siempre recordada Pilar Miró "que estás en los cielos" al lado de Gary Cooper.
       Un solo juez premiado hasta ahora, el tan polémico Baltazar Garzón, que recibió su Naranja (1990). De políticos, dos matrimonios: A José María Aznar (antes de llegar a la Moncloa) y a Ana Botella se les premió como Naranjas. Felipe González y Carmen Romero corrieron suerte distinta, ella fue Naranja y su marido, Limón. También de la política se ha premiado a un padre, Pío Cabanillas, como Limón y a su hijo, Pío Cabanillas, como Naranja. 
        De que la PPPP se fija más en lo "dulce" de la vida que en lo "agrio" da prueba el hecho de que, en más de cuarenta años de almuerzos, únicamente hemos otorgado un Limón Extraordinario que, además, no recayó directamente en una persona, sino en el Ente RTVE (1977), bajo la dirección de José María Calviño, hombre que también se ganaría personalmente el suyo, sin duda muy justo porque... "se negó" a recogerlo. 
        Y en 2005, sensibles al trance doloroso del momento, otorgamos una Mención Especial Naranja a la familia Ortega Cano/Mohedano (de Rocío Jurado) y a la familia Morales (de Rocío Dúrcal). Cabe destacar que, en esto cincuenta años, la única vez que la Peña Periodística Primera Plana ha retirado un premio después de haber sido concedido fue en 2011. Y ocurrió, precisamente, con el Premio Especial Primera Plana, concedido a Isabel Pantoja. El motivo, que un día antes la cantante se enzarzó con un periodista en el aeropuerto de Barajas hasta el punto de "llegar a las manos". Y siendo como son estos premios, un reconocimiento al buen entendimiento con los miembros de la prensa (sean o no socios de esta Peña), no podíamos otorgar nuestro galardón "especial" a alguien que se había comportado de ese modo. ​


¿Cómo se otorgan estos Premios? 

Los premios se otorgan valorando el comportamiento y la accesibilidad de los premiados con la prensa durante todo un año, de ahí que la celebración de los mismos se lleve a cabo al año siguiente de su elección.
        En el último almuerzo de diciembre, se llevan a cabo la elección de las ternas en Asamblea General, tras la valoración previa de un Comité Especial de los Premios, compuesto por los periodistas de mayor renombre de la Peña, que además consultan a otros profesionales y revisan los medios y las noticias de alcance durante dicho periodo. Tras la creación de ternas, y después de un mes de reflexión y debate, se realiza la votación definitiva de todos los socios de la PPPP, en el mes de febrero. 
         La directiva se pone entonces en funcionamiento para la organización del evento, las comunicaciones y la coordinación de agendas, por lo que suelen entregarse entre los meses de abril y mayo.