Se despierta con el cacarear de las gallinas o,  a veces, con los ladridos de los perros guardianes que olfatean al zorro o al lobo.

Vive en esa envidiable realidad, rodeado de Arte románico por doquier y de los misterios imponentes de la Ribera Sacra a “tiro de piedra”

En ese ambiente , Paco escribe sus novelas históricas. En ellas, mezcla sabiamente la realidad histórica, que conoce por sus múltiples lecturas e investigaciones minuciosas, con lo que su imaginación crea sobre hechos y personajes lejanos en el tiempo y en el espacio.       

Ha dado la vuelta al mundo varías veces  y parte de su alma está vagando por las Islas Filipinas. Conoce a la gente de allí y sabe trasladar al lector, en sus novelas, la sensación de estar en un lugar que puede visualizar fácilmente.

A pesar de haber escogido un lugar “tierra adentro” para vivir y trabajar, Paco es un amante de la mar y de la navegación oceànica a vela que le permite gozar de múltiples amaneceres de colores increíbles y noches con “todas” las estrellas sobre la cabeza.

Paco es sensible, amante de la conversación inteligente. También es un poeta.

Como, además de todo eso, ha sido oficial de la Armada Española y comandante de submarinos, la sobremesa con él fue tan interesante como se puede uno imaginar. Sus vivencias son muchas y variadas, y como también es muy grande su capacidad para describirlas con gran altura literaria, nos tuvo un tiempo escuchando sus historias con la boca abierta.

He compartido con Paco muchos días de navegación en pleno Atlantico. ¡ Ahí si que se conoce quién es quién!. Por eso, puedo afirmar y afirmo, que  D. Francisco Ruiz de Alderaguía es una gran persona. 

Y un gran amigo.

 Fernando Navarrete.